Durante el presente curso académico, el Área de Cooperación y Solidaridad ha desarrollado el proyecto UCOOPERA, financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo. En el marco de este proyecto, se han desarrollado distintas actividades para trabajar con la comunidad universitaria en torno a la cooperación feminista. A continuación, hemos recopilado algunas de las temáticas que hemos abordado.

¿Qué es la cooperación feminista?

La cooperación feminista busca la trasformación de nuestras sociedades, proponiendo un modelo alternativo aboga por la coherencia de políticas. Es decir, por asegurar que todas las políticas garanticen los derechos humanos, la igualdad entre las personas y protegen el medio ambiente.

Se defiende un enfoque que apuesta por una mirada decolonial y postcolonial, por propuestas ecofeministas, por la economía feminista y por la ética de los cuidados.

“No podemos seguir caminando de forma individualista.Una agenda de cooperación transformadora y feminista, que ha entendido que los procesos de exclusión han traspasado la lógica Norte-Sur, debe potenciar la participación activa y de calidad de los sujetos de cambio y fortalecer sus espacios de articulación a través de alianzas y redes”,  Amaia del Río Martínez.

Ecofeminismo

El ecofeminismo es una corriente de pensamiento y un movimiento social que defiende que el encuentro entre los movimientos ecologista y feminista ofrece la posibilidad de reconstruir unas relaciones entre las personas y con la naturaleza que no pongan en riesgo las bases materiales que sostienen la vida humana.

Este movimiento denuncia los excesos y errores del modelo de desarrollo occidental, de la tecnociencia y de la economía convencional.

“Los ecofeminismos iluminan funciones, trabajos y a personas habitualmente invisibilizadas y subordinadas, y señalan la necesidad de otorgarles valor y prioridad si queremos aspirar a que la vida humana pueda mantenerse tal y como la conocemos“, Yayo Herrero.

Mujeres en el mundo rural

Las mujeres en entornos rurales se enfrentan a una discriminación significativa en lo que respecta a la propiedad, la remuneración, la capacidad decisoria o el acceso a recursos y mercados.

Las mujeres rurales son dueñas de muchos saberes no reconocidos y no valorados. Ellas han tenido un papel muy importante de trasmisión de estos valores y saberes a mujeres de generaciones más jóvenes.

"No se trata de un feminismo cerrado en nosotras mismas, tenemos que hacer alianzas con otras fuerzas, otras luchas de mujeres por el mundo que existen desde otros sectores pero que buscan la misma perspectiva: una liberación de las mujeres y, de forma más amplia, de los pueblos", Sputnik Iridiani Seibert del Movimiento de Mujeres Campesinas de Brasil.

Defensoras de Derechos Humanos

Las defensoras de los derechos humanos son todas las mujeres y niñas que trabajan en cuestiones de derechos humanos. Sus acciones han sido fundamentales para promover derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.

Han estado a la vanguardia de los movimientos de justicia social para lograr verdaderos cambios sociales que beneficien a todas las personas. No obstante, a menudo son atacadas, perseguidas y estigmatizadas.

"El reconocimiento de los derechos de las mujeres no es un favor: es una obligación del Estado".

"Vos tenés la bala, yo la palabra. La bala muere al detonarse, la palabra vive al replicarse".

Citas de Berta Cáceres, defensora ambientalista hondureña.

Emergencia climática y género

La desigualdad de género, sumada a la crisis climática, es uno de los grandes desafíos de nuestra época. Las mujeres y las niñas sufren los peores efectos del cambio climático, lo que agrava la desigualdad de género existente y plantea amenazas únicas a sus medios de vida, salud y seguridad.

En todo el mundo, las mujeres dependen más de los recursos naturales, pero tienen menos acceso a ellos. En muchas regiones, las mujeres cargan con una responsabilidad desproporcionada cuando se trata de garantizar alimentos, agua y combustible.

"Cuando las mujeres se alzan para cuestionar la destrucción del medio ambiente, la contaminación y la desposesión, están abandonando sus roles tradicionales para rebatir el poder injusto que está en manos de las instituciones políticas, económicas, sociales y culturales; y la sociedad toma represalias con violencia contra las mujeres", Melania Chiponda, asesora de FEMNET.

Trabajo comunitario y en red

Vivimos inmersas en una sociedad frenética e individualista, en la que el modelo neoliberal está agotando los recursos naturales a nivel global y acentuando aún más las desigualdades sociales.

No obstante, ante esta situación están resurgiendo muchos modelos alternativos feministas de todo tipo: económicos, alimentarios, energéticos, etc. Estos modelos ponen en el centro el cuidado de la vida y del planeta y, además, asumen que la única manera de avanzar es trabajando de forma comunitaria, creando redes.

"Nunca dudes de que un pequeño grupo de personas pensantes y comprometidas puedan cambiar el mundo. De hecho, son las únicas que alguna vez lo han logrado", Margaret Mead.